¡Días a la vida! Don Martes ya está con nosotros, y viene para echarnos un empujón, para todo lo que ayer nos quedó pendiente, él, nos pone el tiempo y nosotros la decisión y actitud de hacer todo bien desde la primera vez.
¿Han escuchado eso de lobos con piel de ovejas?, o en otras palabras víboras venenosas disfrazadas de bondad; personas malas disfrazadas de buenas, no existe tal cosa, ya que la maldad en las personas por más que la oculten siempre se les va a escapar algo que nos dará una pista de lo que realmente es la persona, nuestra idealización como en todos los casos, nos juega nuevamente una mala pasada; a las personas nunca las podremos cambiar, esa, es una decisión en la que cada uno debe trabajar, ya que se puede influenciar pero no cambiar, al final sólo es la persona la que decide, porque el ser humano siempre es, ha sido y será, él y sus consecuencias.
Siempre debemos andar con los ojos abiertos y no confiar sin antes conocer a la persona, lo grave del asunto es cuando hemos decidido idealizar a la otra persona, y por más pistas y evidencias que nos da de su maldad como ser humano, nos aferramos a la necedad diciendo «pero va a cambiar», esa enferma idealización sólo lleva a las personas a la inevitable situación de que le destruyan por completo la confianza y en general su vida emocional, ya que sólo es una bomba de tiempo, y si se dan cuenta aquí queda muy claro que la culpa nunca es de la persona mal intencionada, por muy mala que sea; la culpa de todo la tenemos sólo nosotros, por la necedad, por la decisión de abrirles nuestra vida, ya que nada ni nadie nos obliga a ello, sólo son nuestras decisiones que se ven reflejadas en nuestras acciones y consecuencias.
¡Ánimooooo! y gracias por permitirme llegar cada día, por medio de mi mensaje, hasta ese lugar en su vida, en la que acumula ideas y propuestas, para «decidir» qué le sirve y qué no. ¡Así es la vida!
Razón y Libertad 